lunes, 22 de septiembre de 2014

Sobre la naturaleza de los buitres


El acuerdo de Argentina con los gobiernos que forman parte del Club de París, la indemnización a Repsol por la estatización de YPF y el pago a las empresas de servicios públicos con sentencias del Ciadi, indican una decisión del gobierno de culminar un proceso de normalización financiera iniciado con el cambio de papeles de deuda de 2005 y 2010.
Los canjes fueron realizados en condiciones muy favorables para los intereses nacionales: quita de capital, reducción de intereses y extensión de los pagos. Se logró ese resultado a partir de la enorme magnitud de la crisis previa, por mérito de los negociadores y del gobierno y gracias al hecho de haber cancelado la deuda con el FMI, condicionante de la política doméstica en los 50 años anteriores. Los últimos acuerdos, en tanto, fueron más equilibrados en cuanto a la preservación de los intereses en pugna, pero el país debió enfrentar fallos desfavorables en el caso del Tribunal del 
Banco Mundial, y tuvo que negociar nada menos que con Japón, Estados Unidos y los principales países de Europa en el otro.
En el caso de los “fondos buitre”, la normalización de una pequeña parte de la deuda pública en situación irregular enfrenta a nuestro país con un conglomerado de intereses que incluye a gran parte de la Justicia y el Congreso estadounidense, donde los fi nancistas tienen fl uidos contactos, entre otros motivos por estar entre los principales aportantes de sus campañas. Se trata esa de una comunidad de intereses que incluye además a sectores políticos opositores y grupos y entidades empresarias de nuestro país.
¿Porqué hay argentinos entre los que presionan para que el gobierno renegocie con los fondos buitres de manera inconveniente, comprometiendo incluso la deuda que se está pagando? En buena medida es debido a las perspectivas que se abren para nuestro país. Por sus potencialidades agrícola-ganaderas y extractivas, sumadas al relativamente bajo endeudamiento, un incipiente desarrollo científi co-tecnológico y otros atributos que el economista Aldo Ferrer incluye en su concepto de “densidad nacional”, la Argentina tiene casi todas las condiciones necesarias para transformarse en una economía de importancia a escala global. Pero la manera en que se inserte en 
el mundo en los próximos años será decisiva para afi rmar ese destino. Y los grupos concentrados de Argentina y del mundo no miran de costado esa posibilidad.Regularizar o no la relación con los inversores, generar a partir de esa renegociación situaciones de autonomía o dependencia del sector financiero y los sistemas productivos de otros países o de empresas transnacionales, son todas cuestiones que están en el debate en estos días. Tenemos que hacer un esfuerzo por normalizar la situación con nuestros acreedores, pero no podemos prestarnos a chantajes que pongan en riesgo 
esas perspectivas extraordinarias que los argentinos tenemos para los próximos años. Este nùmero especial habla de eso.
Eduardo Sigal
Presidente de la FAPC

martes, 16 de septiembre de 2014

Eduardo Sigal: “El acto de La Cámpora muestra un vigor de la partición juvenil que se ha abierto con este proceso político en Argentina”





-¿Estuvo al tanto del acto de La Cámpora en Argentinos Juniors? ¿Cómo lo impresionó?

- Seguí el acto muchísima atención, me alegro muchísimo el discurso de Máximo Kirchner, porque ahuyenta muchísimas estupideces que apuntan a denostar a la voluntad de participación y de protagonismo que la juventud, en cada etapa de la historia, busca y va canalizando a través de los referentes que puede construir de acuerdo a la realidad de cada momento.
El discurso me pareció muy equilibrado en el marco de un acto multitudinario que muestra un vigor de la partición juvenil que se ha abierto con este proceso político en Argentina que es espectacular. Tuvimos un acto en el mes de agosto, en el Luna Park, que fue básicamente de composición juvenil, organizado por Convocatoria Popular; tuvimos el acto de Ferro, también eminentemente juvenil, que fue la presentación de Jorge Taiana como candidato; tuvimos este acto ahora en Argentinos. Realmente lo que en algún momento uno podía ver en el acto en Plaza de Mayo con cientos de miles de jóvenes defendiendo, participando, comprometiéndose en la vida política, se sigue expresando ahora también a través de las organizaciones que componemos el Frente para la Victoria.

-¿Que diferencias ve con la juventud de los 80?

- Nosotros quizás en aquel momento teníamos una valoración extrema de la democracia, casi como un parámetro en si mismo, cosa que me parece que está bien después de que habíamos vivido la esperanza revolucionaria de los 70 y la gran frustración y el golpe terrible que nos produjo la dictadura militar con decenas de miles de desaparecidos, secuestrados, torturados. Entonces, valorar la democracia nos parecía una cuestión esencial de aquel momento. También había un debate ideológico muy importante en aquella época, quizás más abstraído de la construcción y el accionar de gestión práctica. Había un sector que tenía un compromiso fuerte en la gestión, que básicamente estaba vinculado a la juventud radical, que formaba parte del gobierno radical triunfante en el 83. y el resto éramos un poco la reflexión ideológica de qué nos había pasado y qué teníamos que hacer para tratar de que esa “democracia” no sea una democracia formal y sea una democracia real, inclusiva, que no sólo sea una forma de expresión institucional a través del voto sino básicamente de inclusión social e integración latinoamericana.

Esta (la actual) es una juventud que tiene todas las puertas abiertas para participar no solo en el pensamiento sino en la práctica y en la gestión. Y más allá de que a alguno le pese, es buenísimo que aparezca una generación no sólo con ideales y convicciones sino que se haya formado y esté ejecutando políticas y transformando la realidad argentina.