lunes, 4 de mayo de 2015

Reaparece el “Mercosur Fenicio” con el nuevo gobierno uruguayo


A medida que van pasando los días desde que Tabaré Vázquez  asumió la presidencia de la República de Uruguay, va quedando en claro que las cosas no serán sencillas para el Mercosur y los procesos de integración de América Latina y el Caribe. Como en la gestión anterior, reaparece un posicionamiento quejoso que poco favor le hace al entendimiento y hace muy feliz a los críticos de la nueva integración del Siglo XXI.
El 29 de abril, en el diario El Observador, como parte de una cantinela reiterada, el actual Ministro de Economía, Danilo Astori, insiste en que Uruguay busca flexibilidad en el Mercosur, reconociendo, dice, que los socios - refiriéndose a Brasil y Argentina - tienen problemas y eso hace que la integración esté pasando por su peor momento histórico. Si mal no recuerdo, hace casi 10 años que el ex vicepresidente viene repitiendo lo mismo, lo que me hace pensar que claramente el está muy apegado al enfoque de integración neoliberal de los 90, o al decir del ex presidente Mujica, del Mercosur Fenicio, donde todo se mide en términos de intercambio comercial.
No subestimo el tema comercial, pero no creo que sea la única variable a tener en cuenta. Creo que deberíamos pensar más en términos de desarrollo e inclusión, y para ello pensar como junto al comercio se desarrollan las cadenas de valor, lo que hemos definido como integración productiva, componente tan o más importante que el comercial. Pensar en el desarrollo científico tecnológico y su aplicación a los procesos productivos es pensar en valor agregado y trabajos de calidad, bien remunerados. Esos temas han significado un salto de calidad en la integración. Como también lo es el Fondo de Convergencia Estructural, del que se benefician principalmente Paraguay y Uruguay, en el se expresa un sentido solidario del que la integración noventista carecía.
Tenemos profundos lazos culturales y educativos, sobre todo entre los hispanoparlantes; deberíamos trabajar más estos temas con nuestros hermanos brasileños si queremos construir una integración seria.
Nadie dice que estemos pasando por el mejor de los mundos; objetivamente, desde 2008 el mundo está profundamente sacudido por una importante crisis, principalmente de la primera potencia mundial, los EEUU, de la que no logramos salir del todo y que repercute fuertemente en nuestras economías y en el intercambio comercial, que efectivamente se contrajo estos últimos 4 años. Astori quiere avanzar en el acuerdo comercial entre Mercosur y la Unión Europea. Estoy de acuerdo. Mercosur tiene lista su oferta. ¿Quién está en mora? No busquemos chivos expiatorios por este lado del mapa.
Sabemos que ese acuerdo debe ser equilibrado y contemplar las asimetrías, tal cual lo reconoce la Organización Mundial de Comercio; sabemos de las barreras que permanentemente ponen en Europa a nuestros productos, también sabemos de los enormes subsidios que le dan a la producción agropecuaria poco competitiva de esa región.
No alcanza con hacer exclamaciones voluntaristas. El Ministro Uruguayo lo sabe tanto como nosotros. Por otra parte, nadie puede pretender lo mejor de cada mundo. Tenemos que mejorar lo bueno y superar nuestras deficiencias sin destruir fuentes de producción ni precarizar el trabajo.
Seguramente hay cosas que Uruguay puede ir haciendo en el mientras tanto. Lo hace Argentina cuando negocia con China o Rusia sin salirse de las pautas de la integración mercosuriana. Es hora de mucha creatividad, pero también de ser solidarios y no solamente quejosos. El desafío es saber trabajar juntos en esta crisis y en el marco de nuestros desarrollos desiguales sin perder de vista nuestro rol como Región en este mundo globalizado.

Eduardo Sigal
Ex subsecretario de Integración Económica Americana de Cancillería
Presidente de la Fundación Acción para la Comunidad

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